
Muchos consumidores están familiarizados con la fecha de consumo preferente, pero ¿qué significa exactamente? ¿Y en qué se diferencia de la fecha de caducidad?
¿Qué es la fecha de consumo preferente?
La fecha de consumo preferente figura en muchos envases de alimentos. Indica la fecha hasta la cual el fabricante garantiza que el producto conservará sus propiedades específicas, como el sabor y la textura, si se almacena adecuadamente. Esto significa que, por lo general, los alimentos siguen siendo seguros para el consumo después de la fecha de consumo preferente, pero el sabor o la calidad pueden cambiar con el tiempo.
A diferencia de la fecha de caducidad, que puede encontrarse en alimentos perecederos como la carne y el pescado y después de la cual el producto ya no debe consumirse con seguridad, en muchos casos los alimentos pueden seguir consumiéndose con seguridad después de la fecha de consumo preferente.
Alimentos que son comestibles después de la fecha de consumo preferente:
- Alimentos secos: productos como la harina, el azúcar, el arroz y la pasta suelen poder consumirse meses o años después de la fecha de caducidad. Sólo hay que detectar signos de humedad o moho.
- Conservas: Las conservas de legumbres, alubias o sopas pueden consumirse mucho tiempo después de la fecha de consumo preferente, siempre que la lata esté intacta y no presente signos de óxido o deterioro.
- Frutos secos: Los frutos secos, como las pasas sultanas, los albaricoques o los higos, suelen ser comestibles después de la fecha de consumo preferente, siempre que se hayan conservado correctamente.
- Pan seco: El pan envasado, especialmente el pan crujiente o las galletas, suele mantenerse fresco durante mucho tiempo si se almacena en un lugar seco y fresco.
- Productos lácteos estables: La leche UHT o la leche condensada suelen tener una vida útil más larga que la indicada en el envase.
- Pasta y arroz: La pasta y el arroz secos pueden utilizarse a menudo durante meses o años después de la fecha de consumo preferente, siempre que se protejan de la humedad.
Es importante tener en cuenta que la calidad de estos alimentos puede disminuir gradualmente después de la fecha de consumo preferente. Pueden perder sabor o textura, pero normalmente siguen siendo seguros para el consumo siempre que no muestren signos de deterioro o moho. Por lo tanto, realice siempre la prueba sensorial cuando consuma alimentos que ya han superado su fecha de consumo preferente.
Conclusión: La fecha de consumo preferente no es una fecha de caducidad. Simplemente indica hasta cuándo el fabricante garantiza que el producto conservará sus mejores propiedades. Muchos alimentos siguen siendo comestibles después de la fecha de consumo preferente siempre que se conserven correctamente y no muestren signos de deterioro. Confíe en sus sentidos y en el sentido común para juzgar la calidad y seguridad de los alimentos.